
Homosexualidad en la Edad Media. Wikimedia Commons
Pedro y Munio, los dos gallegos que formaron el primer matrimonio gay documentado en España
Este 16 de abril se cumplen 964 años desde el matrimonio de estos dos hombres gallegos, que se casaron en el siglo XI, concretamente en 1061 en plena Edad Media. Otras pioneras también gallegas fueron Elisa y Marcela, que se unieron en A Coruña en 1901
Más información: ¿Cómo acabó la historia de Elisa y Marcela? Quien más sabe nos lo cuenta
Hace casi 1.000 años, aunque a día de hoy sea difícil de creer, se dio en Galicia el primer matrimonio gay de España, al amparo de la Ley 13/2005 que legalizaba a nivel nacional el enlace entre personas del mismo sexo.
Los protagonistas de este excepcional hito producido un 16 de abril como hoy pero de hace 964 años (en 1061, en pleno siglo XI y tiempos difíciles correspondientes a la Edad Media), fueron dos hombres gallegos, Pedro Díaz y Munio Vandílaz, los que registraron en una escritura pública su voluntad de vivir juntos y compartir su vida en la parroquia de Santa María de Ordes, correspondiente a la actual Rairiz de Veiga (Ourense).
“Y si Pedro muriese antes que Muño, dejará a Muño la propiedad y documentos. Y si Muño muriese antes que Pedro, le dejará la casa y los escritos” figura en un documento de emparejamiento institucional con el que se topó el medievalista estadounidense John Boswell en el Monasterio de San Salvador de Celanova, en Ourense, y que sería posteriormente trasladado al Archivo Histórico Nacional de Madrid.

Documento de la unión entre Pedro Díaz y Muño Vandilaz. https://www.publico.es
Así lo detalla el escritor gallego y líder del storytelling en España, Iván Fernández Amil, en su sección en este diario, Historias de la Historia, y sus libros basados en sus artículos históricos de investigación: Historias de Galicia que nadie te había contado volumen 1, 2 y 3.
Asimismo, estos valientes hombres que rompieron el molde cuentan con un caso paralelo en el sexo femenino, el del matrimonio compuesto por Marcela Gracia y Elisa Sánchez, que se conocieron a mediados de 1880 mientras estudiaban en la Escuela de Maestras de A Coruña. Se enamoraron y se casaron en la Iglesia coruñesa de San Jorge el 8 de junio de 1901.
Portada y páginas del número especial de “El Suceso Ilustrado”, del 14 de julio de 1901. https://www.huffingtonpost.es
En este caso, para llevar a cabo esta unión matrimonial, una de las mujeres tuvo que hacerse pasar por hombre, pero cuando volvieron a su lugar de residencia habitual sus vecinos denunciaron su situación inusual y tuvieron que escapar a Portugal, donde incluso fueron detenidas y encarceladas.
El matrimonio de Elisa y Marcela es aún hoy totalmente válido, pues ni la Iglesia ni el Registro Civil anularon nunca ese acto.
Diversidad de modelos homoafectivos y nacimiento de la homofobia en el siglo XI
La homofobia tal y como se entiende hoy en día no existió hasta el siglo XI y quien comenzó a condenarla fueron los poderes civiles alegando razones religiosas. Sobre la unión homosexual de Pedro y Munio, según apunta Amil, hay voces que bautizan el matrimonio como una “adelphopiesis”.
Es decir, una hermandad considerada en la época un rito habitual entre hombres que se realizaba en el medievo y que tenía lugar en las iglesias. A su vez, las obligaciones y derechos de esta "hermandad" eran equivalentes a los del matrimonio.
El caso de esta pareja de hombres gallegos fue estudiado por el profesor Carlos Callón en su libro Vidas y historias LGBT de la Edad Media, donde destaca la relevancia de este documento matrimonial entre dos hombres no solo como curiosidad histórica, sino como prueba de la diversidad de modelos homoafectivos existentes a lo largo del tiempo.
En el documento matrimonial, se establecía que juntos debían cuidar del hogar, a la vez que gestionar el reparto de comida, bebida y ropa y mantener las mismas amistades y enemigos en una convivencia de todos los días durante el día y la noche "para siempre jamás". Se añadía que en el caso de fallecer uno de ellos, el otro heredaría sus bienes.
Todas estas normas se correspondían a las que debían seguir los matrimonios heterosexuales de aquella época, algo llamativo dada la hostilidad de aquellos tiempos de la Edad Media.
A su vez, Callón hace un llamamiento en este estudio pormenorizado de la historia pionera de esta pareja homosexual a "recordar y reivindicar esta historia y darle el lugar que merece en nuestra memoria colectiva", especialmente en los tiempos actuales en los que la intolerancia desgraciadamente guía a gran parte de la sociedad en la que vivimos.