Ante el desafío global del cambio climático y la creciente conciencia sobre la sostenibilidad, el sector del agua se enfrenta a retos sin precedentes. La frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como las sequías o las recientes inundaciones, han subrayado la importancia de la resiliencia hídrica.

En España, estos desafíos se intensifican por la falta de consenso en la gestión de los recursos hídricos, pero la industria del agua está aportando enfoques innovadores que pretenden garantizar un suministro seguro y confiable para todos los usuarios que hoy, Día Mundial del Agua, conviene poner en valor.

La gestión del ciclo urbano del agua se encuentra en un momento de transformación relevante, favorecida por la aprobación de fondos PERTE dedicados a la digitalización del ciclo urbano del agua en España. Esto brinda la oportunidad de crear un ecosistema empresarial líder y de posicionar al país como referente internacional en la materia.

Las empresas españolas, con su experiencia en ingeniería, construcción y operación de grandes infraestructuras, sumadas a tecnología y digitalización de vanguardia, tienen el potencial de exportar conocimiento y abanderar la evolución en la gestión del agua a nivel mundial.

La colaboración público-privada es crucial para continuar fomentando la innovación y la inversión en infraestructuras hídricas y para establecer alianzas estratégicas entre empresas, instituciones y organismos gubernamentales que promuevan soluciones integrales y escalables.

La innovación tecnológica tiene potencial para mejorar la gestión del agua, desde el monitoreo en tiempo real hasta la optimización de procesos de tratamiento. La digitalización, la inteligencia artificial (IA) y el internet de las cosas (IoT) están revolucionando la manera en que abordamos los desafíos relacionados con el agua, aumentando la eficiencia y reduciendo los costes operativos.

Mediante herramientas para modelar y simular sistemas complejos y optimizar procesos, la IA está facilitando la gestión de todo el ciclo, desde la monitorización en tiempo real y la predicción de la calidad del agua hasta la optimización de procesos en plantas de tratamiento.

Según el análisis sectorial del agua del informe Ascendant: Radiografía de una revolución en marcha, ocho de cada 10 empresas eran capaces de captar datos en tiempo real, impulsando ese seguimiento en directo del ciclo.

Es más, la mitad de ellas afirmaban que mejorar la toma de decisiones basadas en datos y el aprovechamiento de los datos ya existentes es una de sus principales motivaciones a la hora de adoptar la IA, junto con la optimización de sus procesos internos.

Además, el informe también revelaba que un 67% de las compañías del sector ya apuesta por el uso de la inteligencia artificial para la distribución y el transporte del agua, un área que abarca desde la optimización de infraestructuras hasta la detección de fugas y fraudes.

Mejorar la relación con el cliente es otro de los focos de las empresas. De hecho, dos de cada tres están invirtiendo en análisis de sentimiento y chatbots, entre otras iniciativas.

En el corto plazo, todo apunta a que el uso de herramientas digitales y tecnologías que permitan trabajar con un enfoque dirigido hacia la sostenibilidad y la resiliencia debería ser una realidad democratizada.

La inteligencia artificial se utilizará cada vez más para mejorar la sostenibilidad de los sistemas hídricos y continuar integrando las tecnologías de la información (IT) con las tecnologías de la operación (OT), facilitando la gestión y cumpliendo con los estándares de cumplimiento y ciberseguridad.

Quizá el gran reto para el sector de la gestión del agua esté en alinear los niveles de madurez digital de sus actores, que hoy en día son muy diversos. Cada operador debería definir un plan donde la tecnología sirva de palanca para su transformación y evolución y le sitúe a la vanguardia de un cambio ineludible, sostenible, seguro e inteligente.

*** Juan Pérez de Cossío es director global de Energía de Minsait (Indra Group).