
Habla la madre de Claudia, a quien su exnovio asesinó de 79 puñaladas cuando tenía 17 años: "Esos hombres nunca cambian"
Habla la madre de Claudia, a quien su exnovio asesinó de 79 puñaladas cuando tenía 17 años: "Esos hombres nunca cambian"
Carmen pide en una entrevista con EL ESPAÑOL que la Justicia no reduzca ni un solo día los 25 años de cárcel que solicita la Fiscalía para el exnovio de su hija. “España tiene que endurecer las penas de prisión por los feminicidios”.
Más información: Johan grabó vídeos de despedida tras apuñalar 57 veces a Claudia en Totana: "Esto no es machismo"
Claudia le había prometido a su madre, Carmen, que cuando empezara a trabajar se la llevaría a recorrer el mundo, comenzando por su Ecuador natal y como segunda parada de viaje: la piccola Italia. Pero Claudia no podrá cumplir su promesa porque su exnovio, Johan, la mató de 79 puñaladas un martes 8 de febrero de 2022 en un trastero de Totana.
"Ninguna madre tiene derecho a quedarse sin su hija", reflexiona Carmen, en la primera entrevista que concede a un medio de comunicación, rompiendo un silencio que se ha prolongado durante más de tres años hasta que la Fiscalía ha terminado su escrito de conclusiones provisionales, de cara a la celebración del juicio, pidiendo un cuarto de siglo de cárcel para Johan: el excorio de Claudia, de 17 años.
"Ese tipo de hombres nunca cambian: son unos lobos vestidos de oveja", tal y como advierte Carmen Angamarga, de 48 años, mientras se limpia las lágrimas de su rostro, al contemplar una foto del salón de su casa donde aparece Claudia, luciendo un vestido de princesa de color azul, con motivo de la celebración de su quince cumpleaños, una fiesta muy importante en Latinoamérica porque marca la transición de niña a mujer y escenifica su presentación en sociedad. “Lo único que quiero es que Johan se pudra en la cárcel con una prisión permanente revisable”.
Pero finalmente, la Fiscalía ha pedido 25 años de prisión para Johan porque Claudia no era menor de 16 años y no se ha podido confirmar si la agredió sexualmente tras desfigurarle a cuchilladas el rostro, los senos o los glúteos. Por ese motivo, Carmen ha decidido conceder una entrevista a EL ESPAÑOL para hacer dos peticiones públicamente. La primera: “No quiero que se le reduzca la condena a ese chico por buen comportamiento”. Y la segunda: “En España tienen que endurecerse las penas de prisión por los feminicidios y los casos de violencia de género”.
Vídeo con los homenajes y concentraciones que se han ido haciendo en Totana, pidiendo Justicia para Claudia.
- ¿Cómo era Claudia?
- Carmen: Era la alegría de la casa.
- ¿Cómo es su vida desde aquel 8 de febrero de 2022?
- La habitación de Claudia la he mantenido cerrada dos años. Desde que ella no está, no salgo a la calle ni para tomar café. En Navidad, ya no cantamos ni bailamos. Mi 'vida social' es estar en mi casa y en mi trabajo, en una empresa agrícola donde me dedico al mantenimiento de fincas. Allí también trabaja la madre de Johan y si coincidimos en la misma finca, me pongo muy nerviosa y evito verla a toda costa.
Yo sé que no tengo ningún motivo para bajar la cabeza, pero si la veo salgo huyendo. Todavía sigo en terapia con un psicólogo. Cuando alguno de mis dos hijos me ve triste y decaída, me abraza y me besa y yo me aguanto las lágrimas, para no llorar delante de ellos y no hablar del tema, pero no tengo el cariño de Claudia y eso es muy duro. Ella era mi felicidad.
Durante la entrevista, Carmen no puede reprimir sus lágrimas, pese a estar acompañada de su marido, Patricio, y de otros familiares, en su casa de Totana, en medio del campo, junto a unos viñedos. "Claudia se pasaba el día riendo desde que se levantaba", tal y como recuerda el cabeza de familia, Patricio Sigüenza, camionero, de 46 años. "Ese chico hizo una salvajada con mi hija". "Él saldrá con 44 años de la cárcel, pero no se merece ni respirar". "Tendría que pudrirse allí dentro".

Johan, junto al trastero del bloque de pisos donde residía en Totana, hasta el que condujo a Claudia para acribillarla a cuchilladas.
Johan ingresó en prisión con 19 años y tras conocer la petición de 25 años de cárcel formulada por la Fiscalía, los padres de Claudia no quieren que se le rebaje ni un solo día de su más que previsible condena, a la vista de todas las pruebas que le incriminan de idear un plan para llevar a la menor de edad hasta el lúgubre trastero del bloque donde residía. Allí la cosió a puñaladas con un cuchillo con forma de pluma estilográfica, con una hoja plateada de 5 centímetros. "¡No quiero que mi hija sea un número más!", clama entre sollozos Carmen. "A ese chico le tiene que caer todo el peso de la ley", apostilla Patricio.
“Pedí visitar a Johan en prisión, para verle cara a cara, y preguntarle por qué lo hizo porque se supone que él iba a cuidar de mi hija, no a matarla, pero al final no fui a verle porque mi abogado me aconsejó que no lo hiciera", tal y como desvela Carmen, sobre la recomendación que aceptó de su letrado, el conocido penalista Raúl Pardo-Geijo.
- ¿Usted llegó a conocer personalmente a Johan?
- Carmen: Vino tres veces a mi casa. Se le veía un chico tranquilo. Me estuvo ayudando a decorar la casa con motivo de la celebración del cumpleaños de mi comadre, un 17 de octubre de 2021. Aquel día, durante la reunión familiar, un tío de Claudia le dijo que tenía que cuidarla y él respondió esto: 'Yo soy Johan Styven para servirle y soy el novio de Claudia. Yo respondo hasta con mi vida por ella'.

Claudia, con un vestido azul, en la celebración de su quince cumpleaños.
Pero el escrito de la fiscal Eloísa Montiel revela que lo único que hizo este adolescente gafapasta que parecía no haber roto un plato en su vida, fue amargar la existencia de su novia: "Johan Styven y Claudia Abigail habían sido novios desde noviembre de 2020 hasta diciembre de 2021. Durante este tiempo, rompían y retomaban su relación de manera sistemática, por decisión de Claudia Abigail, debido a la constante actitud de control sobre ella que mantenía el acusado que, siéndole infiel repetidamente, le imponía cómo vestirse, con qué amigos podía verse, llegando a avasallar a éstos para que intercedieran por él en su relación cuando rompían y publicando en redes sociales imágenes de ellos juntos o de sitios especiales, para originar un sentimiento de culpa en la menor que la coaccionara para volver a estar juntos".
- ¿Su hija nunca le dijo que tenía una relación tóxica?
- Carmen: Mi hija decía que Johan era bueno. Estaba enamorada. Ella decía que al terminar el instituto, se irían juntos a estudiar a Valencia. Ella Enfermería y él Odontología. Cada noche, dormían todo el tiempo con la videollamada activada en sus móviles. Cuando yo castigaba a Claudia, su novio se recorría varios kilómetros a pie, desde Totana, para venir a verla a nuestra casa en el campo. Una vez, Johan le quitó una gorra a Claudia porque decía que sin su olor no podía dormir. Yo pensaba que todo eso eran chiquilladas, pero ahora veo que estaba obsesionado con mi hija.
Claudia conoció a Johan en el Instituto Juan de la Cierva de Totana donde ella cursaba Educación Secundaria Obligatoria y él Bachillerato. La fiscal Eloísa Montiel también cree que el adolescente, de 19 años, estaba obsesionado con la menor de edad porque no supo digerir la ruptura definitiva de la relación, cuando su amada Clau le "confesó" que no volverían a estar juntos porque había conocido a otro chico, "ante la insistencia del acusado por reiniciar la relación":
“A partir de dicho momento, el acusado tomó conciencia de que la menor no iba a volver con él nunca más, por lo que, movido por los celos para que ésta no pudiera tener ninguna relación sentimental con otra persona, durante el lunes 7 de febrero de 2024 ideó un plan para acabar con la vida de Claudia Abigail Sigüenza Angamarga. El acusado eligió el lugar donde iba a cometer el ataque (trastero), seleccionó la hora (sobre las 16 horas) y preparó el cuchillo con el que perpetrar la agresión, escogiendo uno al que tenía especial aprecio por tratarse de un regalo procedente de una relación anterior que presentaba forma de pluma estilográfica […]”.
"Siguiendo el plan confeccionado, el martes día 8 de febrero de 2024 el acusado Johan Styven, tras haber quedado con Claudia Abigail en su domicilio, sobre las 16.20 horas, y con el cuchillo guardado en el bolsillo de su sudadera, la convenció para bajar al garaje de su edificio y entrar en el trastero número 14, situado en la segunda planta subterránea diciéndole falsamente que allí tenía sus pertenencias, cuando en realidad, lo que pretendía el acusado era llevarla a un sitio apartado, pequeño y sin afluencia de personas a las que pudiera solicitar ayuda, asegurándose con ello la imposibilidad de defensa de la víctima".
“Una vez allí, el acusado, con ánimo de acabar con la vida de Claudia Abigail, sacó el cuchillo que portaba oculto y le asestó hasta 79 puñaladas en diversas zonas de la espalda, del cuello, de ambos brazos, del abdomen, los glúteos y la cara, incrementando con ello notablemente el sufrimiento de la menor, causándole padecimientos innecesarios para conseguir su objetivo […]”. A continuación, Johan tapó el cuerpo de Clau con varios colchones, cerró el trastero del bloque donde residía en la avenida de la Rambla de la Santa, y se subió a la azotea para seguir con su plan, simulando que iba a suicidarse en varios vídeos que grabó.
Confesión del crimen machista deTotana (I)
- ¿Claudia le dijo que aquel martel 8 de febrero había quedado con su exnovio en su piso?
- Carmen: Ella se duchó y se puso mucho perfume. Le encantaba ponerse perfume, solía decirme: 'Nunca sabes si a la vuelta de la esquina, puedes encontrar al amor de tu vida'. Yo le contestaba que cada vez estaba más loca. Ese día me dijo que se iba a clases particulares porque quería sacarse la ESO. No me dijo que había quedado con Johan. Se fue sobre las cuatro de la tarde y a las ocho de la tarde no había regresado. Así que le dije a su hermano mayor que fuera a buscarla a casa de mi hermana.
- ¿Y qué ocurrió?
- Llamábamos a su teléfono y no sonaba. Tampoco leía los mensajes. La buscamos por casas de familiares y amigos hasta que Ángela, la madre de la mejor amiga de Claudia, nos dijo que no había ido a clases. Llamé a Johan dos o tres veces. Cuando hablé con él le pregunté: '¿Claudia está con usted?' Y me respondió: 'No está conmigo, pero sé que está con uno de Lorca'.
En este punto de la entrevista, Patricio, el esposo de Carmen, toma la palabra para hacer hincapié en que Johan, de forma intencionada, desvió la atención de la desaparición de una menor de edad, sobre el chico al que había conocido en Lorca y con el que quería pasar página. "Yo también llamé a Johan y me dijo que llevaba diez días sin hablar con Claudia. Nos fuimos a ciegas a buscarla a Lorca. Con la ayuda de una amiga de mi hija localizamos a ese chico y le amenazamos con llamar a la Guardia Civil, pero nos aseguró que no estaba con ella".
Al final, el matrimonio acabó en el cuartel de la Guardia Civil en Totana, esperando a saber algo de su querida hija, soportando un nudo en el estómago que se hacía cada vez más grande con el paso de unas horas que pesaban como losas sobre sus pobres corazones. "Estuvimos esperando hasta las seis de la madrugada", recuerda Patricio. "De repente, llegaron varios coches patrulla y me puse muy contenta pensando que me traían a mi Claudia", tal y como apunta Carmen.

Patricio, sujeta un retrato gigante con la siempre sonriente Claudia, junto a su esposa, Carmen, en el salón de su casa en Totana.
- ¿Cómo les dieron una noticia tan terrible?
- Patricio: Unos agentes de la Policía Judicial me pidieron que les acompañara a una sala. Allí dentro me dijeron que Claudia había sido asesinada y que la habían encontrado en un trastero. Yo solo podía pensar cómo se lo iba a decir a mi esposa, cómo le iba a dar esa noticia.
Aquella madrugada, este camionero que se marchó de Ecuador para empezar una nueva vida en España, instalándose en Totana junto al amor de su vida, Carmen, para deslomarse trabajando, él en la carretera y ella en el campo, con el objetivo de garantizarle un futuro a sus tres hijos, se tuvo que enfrentar al momento más amargo de su vida. "Cuando salí de la sala solo pude decirle a mi mujer: Claudia ya no está". El cabeza de familia se derrumba al recordar ese momento: "Ese chico no es una persona reinsertarle". "Cuando vuelva a salir a la calle, lo volverá a hacer".
La representación legal que ejerce el abogado Raúl Pardo-Geijo, en nombre de los padres de Claudia, ha logrado que la Fiscalía vaya en sintonía con su escrito de acusación donde también reclama una pena de 25 años de prisión para Johan, a la vista de que no se cumplen dos de los requisitos para pedir una prisión permanente revisable: que la víctima sea menor de 16 años o una persona especialmente vulnerable, así como que el asesinato se cometa tras un delito sexual. En su escrito, el penalista reclama una indemnización de 310.000 euros para la familia de Claudia.
"Horas después de cometer el crimen, don Johan Styven grabó una serie de vídeos que obran en las actuaciones y de los que se desprende la voluntad de dominación machista que presidió el ánimo del crimen, así como el carácter celoso, vindicativo y controlador del acusado", según argumenta el abogado Raúl Pardo-Geijo en su escrito de acusación particular. "En suma, de dichos documentos videográficos se desprende que el crimen tuvo como motivación la frustración que le generaba que doña Claudia no quisiera retomar la relación y el malestar que le producía la intromisión de terceras personas en la pareja".
Prueba de ello es que Johan se cebó con el bello rostro que siempre presidía la sonrisa angelical de Claudia, propinándole la friolera de 11 puñaladas. Carmen tiene claro que la muerte de su hija "no puede ser" un número más de la estadística que jalona la lacra de la violencia de género en nuestro país: 1.303 mujeres han muerto, a manos de sus parejas, desde que comenzaron a recogerse datos en 2003. "Creo que se deben endurecer las condenas por malostratos y enseñar a la juventud que las mujeres son como los pétalos de una rosa: no se tocan. Una mujer es sagrada".