Varias personas atienden a la charla de un guía en la Puerta del Sol de Madrid.

Varias personas atienden a la charla de un guía en la Puerta del Sol de Madrid. Mariscal EFE

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Este es el refrán favorito de los madrileños que no se entiende en el resto de España: nadie conoce su verdadero origen

Una de las frases que mejor vende Madrid al exterior, pero que según los historiadores ha evolucionado a través de diferentes caminos.

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El castellano es una de las lenguas más ricas que existen en el mundo. Y es que una parte importante de esta riqueza reside en las variantes que el idioma experimenta en función de la región del país que nos encontremos. Y es que el español no se habla igual en Cataluña, en Galicia, en Andalucía o en Toledo. Y lo mismo sucede en Madrid, donde también tiene sus propias particularidades

Una de ellas es que los madrileños utilizan algunas palabras y frases que parecen propias y únicas de esta tierra, ya que el resto no las conocen o no las entienden. Sin embargo, el castellano tienen tantos vericuetos que hay algunos rincones que están sin explorar y cuya naturaleza es totalmente un misterio. 

Es lo que sucede, por ejemplo, con algunos refranes, frases hechas y dichos populares que utilizan los madrileños, pero que ni los madrileños mismos saben qué significan o de donde proceden. Uno de los casos más claros es esa frase que se ha utilizado hasta la saciedad para promocionar la ciudad de Madrid y como concepto de marketing y publicidad.

Nos referimos, como no podía ser de otra forma, al mítico 'de Madrid al cielo'. Una frase que seguramente hayamos oído en alguna ocasión o que incluso hayamos utilizado, pero que realmente no sabemos qué quiere decir o de dónde procede. Evidentemente, pone a Madrid en un lugar privilegiado, pero no sabemos de donde nace. 

Esta es la frase más representativa de Madrid. Tanto es así que se puede leer cuando entramos a la M-30 en carteles promocionales. Sin embargo, pocos conocen de donde ha salido esta frase que se ha convertido casi en un icono. Y a pesar de que está de moda, su origen no es para nada contemporáneo.

¿Cuál es el origen del refrán más madrileño?

De Madrid al cielo es una de las frases más madrileñas que puede haber. Un refrán, o quizás más bien un dicho popular, que todos los nacidos y vividos en la capital han dicho alguna vez. Bien sea en tono sarcástico o para presumir de las virtudes de una ciudad tan maravillosa. 

Para muchos, este es el refrán más representativo de la capital. Tanto es así que ha alcanzado una fama y una repercusión internacional. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que este dicho se debe a un dramaturgo español del Siglo de Oro. Lo que evidentemente demuestra que su origen no es para nada algo nuevo y que tampoco es solo un eslogan para atraer a los turistas. 

La primera vez que hay constancia del uso de esta frase es en textos del siglo XVII. Más concretamente, documentado entre las anotaciones de Luis Quiñones de Benavente, uno de los dramaturgos más importantes del Siglo de Oro. En una de sus obras se pueden leer estos versos.

Pues el invierno y el verano,

en Madrid sólo son buenos,

desde la cuna a Madrid,

y desde Madrid al Cielo.

La creencia generalizada es que esta la primera vez que se utilizó esta frase. O al menos, no hay constancia documentada de que se usara antes. Y desde ahí ha perdurado hasta nuestros días resistiendo al paso del tiempo anclada en la cultura popular.

Para conocer el porqué de esta frase hay que sondear en las diferentes teorías que giran en torno a su origen. Algunos historiadores apuntan a la modernización que se llevó a cabo de Madrid con obras públicas, jardines y monumentos durante el reinado de Carlos III. La capital se convirtió en un espacio tan bonito que solo podía superarse ascendiendo al cielo.

Sin embargo, hay otras teorías que apuntan a todo lo contrario. Precisamente, al Madrid previo de estas reformas, la cual era una ciudad con graves problemas de higiene y malos olores. Por lo tanto, solo quedaba limpio el cielo. Lo cierto es que hay muchas teorías que giran en torno al origen de esta frase que hoy es un monumento más de Madrid.