Tripodi (Italia), Sikorski (Polonia), Albares (España), Barrot (Francia), Kallas (UE), Baerbock (Alemania), Lammy (Reino Unido) y Kubilius (comisario europeo), en el G5+ ed París, en febrero.

Tripodi (Italia), Sikorski (Polonia), Albares (España), Barrot (Francia), Kallas (UE), Baerbock (Alemania), Lammy (Reino Unido) y Kubilius (comisario europeo), en el G5+ ed París, en febrero. Efe

Política

Reino Unido pedirá a España "gastar más en Defensa" en la cuarta reunión del G5+ europeo que acoge hoy Madrid

José Manuel Albares recibe en Madrid a los ministros de Exteriores de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Polonia y Ucrania, el también llamado Grupo de Weimar Plus.

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El viaje a Madrid, este lunes, de David Lammy representa un símbolo del regreso de Reino Unido a Europa. El cambio de bando de los EEUU de Donald Trump tiene su mayor síntoma en que esa "relación especial" que siempre hubo con Washington la busca ahora Londres con la Unión Europea... a pesar de los resquemores del Brexit, que sólo cumple un lustro.

Pero esa apuesta de Reino Unido por reintegrarse y liderar la Seguridad y la Defensa de Europa y de sus valores tiene un precio. Y España debe pagarlo, como todos los demás países que se dicen comprometidos en la tarea. El ministro de Exteriores británico trae un mensaje a su colega español. En la cuarta reunión del G5+, en la que José Manuel Albares ejercerá de anfitrión, el jefe de nuestra diplomacia escuchará a su homólogo británico decirle que "todos tenemos que gastar más en Defensa".

El mensaje, como anticipan las fuentes británicas, será específico para España porque el nuestro es el país que menos PIB dedica al gasto militar de todos los de la OTAN.

También porque, además de Lammy y Albares, los otros cuatro ministros que se reúnen hoy en Madrid junto a la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, y al titular de Exteriores de Ucrania son los jefes de las diplomacias de Francia, Alemania, Italia y Polonia.

Es decir, junto a España, los cinco grandes de la UE. Y para todos ellos, la Alianza Atlántica es el foro que también comparten con Londres.

Y finalmente, porque todos ellos representan a países que, o bien ya gastan más del 4,5% de su riqueza en la Defensa (como el Gobierno de Varsovia), o bien han anunciado una escalada entre importante (el de Roma), o bien inversiones históricas (el de París) que incluyen, en el caso de Berlín, reformas constitucionales para endeudar al Estado como nunca desde la II Guerra Mundial.

De momento, el Gobierno de Pedro Sánchez en España sólo ha confirmado que "se cumplirá el compromiso de 2% del PIB". Y que se "acelerará el calendario previsto" para llegar desde el 1,28% actual, que él mismo había fijado en el año 2029. Pero el presidente del Gobierno no dice ni cuándo, ni cómo, ni sobre todo cuánto.

Tanto la UE como la OTAN reclaman un 3,5%. La Unión ya lo ha reclamado de manera implícita, por boca de Ursula von der Leyen, al presentar su plan ReArm Europe. La Alianza lo confirmará en la cumbre de junio, en La Haya, pero su secretario general, Mark Rutte, ya lo ha transmitido en recientes cumbres, la última, la de París del jueves pasado.

Allí, Keir Starmer y Emmanuel Macron comprometieron el envío de tropas de sus ejércitos a suelo ucraniano. Y rebatieron las reticencias de Sánchez, que ve "prematuro" hablar de ese tipo de acciones "mientras no haya paz". Londres y París no quieren esperar, sino impulsar esa eventual paz. Es decir, hacer retroceder a Rusia y también disuadir al expansionista Vladímir Putin.

Por eso el mensaje de Lammy de este lunes en Madrid aprovechará otro anuncio de su primer ministro hace apenas dos semanas.

Tras el compromiso del Gobierno británico de gastar el 2,5% de su PIB en Defensa a partir de abril de 2027, establecido en la llamada Declaración de Primavera (Spring Statement), Lammy dejará claro que "para prevenir futuras guerras todos debemos gastar más en Defensa". Así lo confirman fuentes del Gobierno británico a este diario.

Se trata de seguir atornillando la postura de España, comprometida como el que más de palabra pero dubitativo, cuando no escurridizo, en los hechos.

De hecho, el Gobierno Starmer ha querido exhibir ese compromiso admitiendo públicamente que el esfuerzo obligará a "aplicar recortes" a partidas sociales del Presupuesto. Sobre todo, porque hasta que en las cuentas ya cerradas del próximo año fiscal, su Ejecutivo cambiará créditos "por valor de 2.640 millones de euros adicionales que se van a destinar ya para la Defensa".

De este modo, en su intervención inicial ante sus coleas europeos, el titular del Foreign Office insistirá en que "la acción colectiva puede disuadir a nuestros adversarios y proteger las condiciones necesarias para la prosperidad dentro de nuestros países". Pero que esto sólo será efectivo "si todos asumimos la responsabilidad".

Ésta es ya la cuarta reunión del G5+, también conocido como el Grupo de Weimar Plus. En ella, según las fuentes, el jefe del Foreign Office del Gobierno laborista de Starmer instará a sus socios a adoptar "una respuesta unida al reto global que plantea Putin".

Nuestra propia defensa

Nunca como en este momento de desafío geopolítico, desde la integración de Reino Unido en las entonces Comunidades Europeas en 1973, un Gobierno británico ha dado tantos pasos públicos y decididos para estrechar el Canal de La Mancha que lo separa del continente.

Se trata de la cuarta reunión del G5+, tras las celebradas en Varsovia el 19 de noviembre, en Berlín el 12 de diciembre y en París el 12 de febrero.

Este club selecto de ministros de Exteriores de los cinco grandes países de la UE más Reino Unido se conformó a finales de 2024, con el objetivo de facilitar el diálogo y la concertación sobre temas que afectan a la seguridad en Europa y, en particular, el apoyo a Ucrania.

Se aprovechaba, entonces, el inicio de la legislatura comunitaria y se anticipaba un par de meses al regreso de Trump a la Casa Blanca para reintegrar a Londres en las políticas de seguridad continentales.

Las previsiones menos halagüeñas sobre la nueva Administración estadounidense se vieron incluso superadas, tras el discurso del vicepresidente J.D. Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich, de modo que el formato ha tenido aún más motivos para consolidarse. Y si en sus primeras citas este foro para impulsar "la Europa de la Defensa" centró las discusiones en Ucrania y Oriente Próximo, ésta es la primera reunión posterior a la ronda de cumbres formales e informales entre líderes en París, Kiev, Londres y Bruselas.

El nuevo tono de Washington también lo ha captado a la fuerza el Gobierno español. Han tenido que pasar más de dos meses para que se produjera el primer contacto oficial de un miembro del Ejecutivo de Trump con otro del de Sánchez. Fue el pasado viernes cuando el subsecretario de Estado Christopher Landau mantuvo una llamada telefónica con el secretario de Estado de Exteriores, Diego Martínez Belío.

En un comunicado, la Administración Trump se limitó a dar cuenta de que en la conversación se "reafirmó la solidez de la alianza entre Estados Unidos y España", siempre bajo la premisa de "aumentar su gasto en defensa en consonancia con sus compromisos con la OTAN".

Además, el Departamento de Estado añadía el interés de Washington en "el fortalecimiento de la cooperación en materia de migración".

El Ministerio de Albares se limita a comentar que la conversación fue "muy cordial". Tampoco ha querido Exteriores anticipar nada sobre la cita del G5+ de este lunes en Madrid.

Después de la ronda de cumbres, con el plan de la UE ya sobre la mesa y con París y Londres impulsando la "coalición de voluntarios" para defender a Kiev, ya se trata de aterrizar los planes de cada uno, compartir informes, reportar capacidades y diseñar acciones conjuntas.

Por ejemplo, el propio Lammy no tiene previsto regresar a Londres hasta haber terminado una gira completa que incluye un viaje a los Balcanes Occidentales, para continuar con sus "intercambios sobre migración irregular y seguridad" y la participación, ya el jueves, en la Reunión Ministerial de Exteriores de la OTAN, en Bruselas "para conversaciones con socios sobre Rusia y Ucrania, y la seguridad europea".