
El presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Giuseppe Russolillo.
El aviso del prestigioso doctor Russolillo, nutricionista: "Hay dietas sin supervisar en España que son asesinas silenciosas"
Un informe advierte que más de la mitad de los españoles ha intentado alguna vez consumir una 'dieta milagro' para perder peso.
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El 72 por ciento de los españoles ha intentado perder peso al menos una vez en su vida, algo que se intenta, de media, unas siete veces. Las mujeres tienden a tratar de adelgazar el doble de veces que los hombres y la media de pérdida en cada intento es de 6 kilos, según el informe 'Estrategias Rápidas de Pérdida de Peso en la Población Española' que han presentado la Fundación MAPFRE y la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Estos datos se han obtenido de un estudio realizado a partir de 3.150 entrevistas a mayores de 18 años, que tiene como objetivo analizar la percepción de los ciudadanos acerca de las estrategias de pérdida rápida de peso, identificar los factores que les influyen y evaluar sus implicaciones en la salud y en el mantenimiento del peso a largo plazo.
El informe revela que el 52 por ciento de la población adulta en España presenta sobrepeso u obesidad. En este sentido, el 53% de los españoles ha seguido alguna vez una dieta popular o 'milagro' con el objetivo de perder peso, aunque solo el 21% del total de encuestados reconoce que era plenamente consciente de haberlo hecho.
Pese a que la evidencia científica respalda que la combinación de dieta y ejercicio es la mejor estrategia para perder peso, el 43 por ciento de los encuestados reconoce que ha eliminado los hidratos de carbono de su dieta; que ha utilizado productos dietéticos (13%); que se ha saltado dos o más comidas al día (12%), y que ha consumido laxantes, diuréticos y pastillas no recetadas (8%).
El 30,3 por ciento de los encuestados ha utilizado el ayuno intermitente como estrategia para perder peso, lo que le convierte en la dieta milagro más empleada, consistente en alternar periodos de ayuno con ventanas de alimentación. Además es la estrategia más reconocida en España, ya que un 80 por ciento de los encuestados asegura que la conoce.
Le sigue la dieta de muy bajo aporte calórico (20,4%), que implica reducir radicalmente la ingesta diaria de calorías. En tercera posición se encuentra la dieta detox (10,7%), basada en consumir principalmente líquidos, como zumos y batidos, entre otros, seguida de la dieta Dukan (10,6%), que consiste en la ingesta elevada de proteínas y la reducción contundente de hidratos de carbono. Entre las más frecuentes, sobresale, además, la dieta cetogénica (9,2%).
El presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Giuseppe Russolillo, ha advertido de que este tipo de dietas sin supervisión de un profesional entrañan una serie de riesgos como dolores de cabeza, mareos y estreñimiento. A largo plazo, provocan carencias nutricionales, hígado graso, cálculos renales, alteraciones hormonales y trastornos alimentarios, entre otros.
"Además, muchas de ellas suponen un mayor riesgo de muerte por cualquier causa o el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular. Si el ictus fuera a la semana de empezar la dieta, posiblemente nadie haría dietas milagro. Pero el problema es que esto es un asesino silencioso, ocurre a muy largo plazo", ha alertado Russolillo.
El 69 por ciento de los que siguieron ayuno intermitente, dieta cetogénica y dietas de muy bajo aporte calórico lo hicieron sin acompañamiento sanitario. Respecto a las personas más propensas a seguir este tipo de dietas, la investigación subraya que las mujeres, los jóvenes y las personas con obesidad son los grupos con mayor tendencia.
El informe también destaca que uno de los problemas más relevantes asociados a la pérdida rápida de peso es la alta tasa de recuperación. La evidencia recopilada en este estudio confirma que la gran mayoría de las personas que adelgazan terminan recuperando los kilos perdidos, ya sea total o parcialmente. Este fenómeno del efecto rebote es una de las principales limitaciones de los métodos de pérdida de peso rápida.
Por último, Russolillo ha recalcado que la combinación de dieta y ejercicio es la mejor estrategia para perder peso. Aconseja "comer más vegetales y menos animales". Esto no significa pasarse a una dieta vegana o vegetariana. "El concepto es comer principalmente frutas, verduras, productos integrales, legumbres, frutos secos, aceites de semillas y aceites vegetales, y comer menos carnes, pescados, huevos, quesos y embutidos en general", ha detallado.
Así, Russolillo ha recomendado evitar soluciones rápidas. "Cuando nos prometen resultados sin esfuerzo y en poco tiempo, debemos poner una bandera roja", ha advertido. Aconseja por el contrario adoptar cambios de estilo de vida duraderos, y pedir ayuda a un profesional para elaborar un plan personalizado, adaptado a cada persona, seguro y que le ayude en caso de estancamiento en la pérdida de peso.