
Donald Trump este martes en un acto en la Casa Blanca. Reuters
Trump afirma que "no tiene intención de despedir a Powell" como presidente de la Fed tras la caída de las bolsas
Pese a que rebaja el tono contra Jerome Powell, el presidente estadounidense insiste en que es "el momento perfecto para bajar los tipos".
Más información: Wall Street cae tras los ataques de Trump a Powell: las bajadas rondan el 2,5% y el Dow Jones arriesga los 38.000 puntos
El presidente Donald Trump pareció descartar el martes la posibilidad de destituir al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, después de varios días de intensas críticas hacia el responsable del banco central por no haber bajado los tipos de interés.
"No tengo intención de despedirlo", dijo Trump a los periodistas en el Despacho Oval. "Me gustaría que fuera un poco más activo en su idea de bajar los tipos de interés", añadió.
Esta desescalada fue bien recibida de inmediato por Wall Street: los futuros de los principales índices bursátiles subieron un 1,8% tras la reanudación de las operaciones el martes por la tarde. El lunes, las acciones, los bonos y el dólar estadounidense habían caído después del fin de semana de Pascua, marcado por reiterados ataques de Trump a Powell por no haber reducido aún más los tipos desde que el presidente retomó el cargo en enero.
Durante la misma ronda de preguntas con los periodistas, Trump también se mostró optimista sobre un posible acuerdo comercial con China, que podría implicar una reducción "sustancial" de los aranceles, lo que también animó a los inversores. Señaló que el acuerdo implicaría aranceles "sustancialmente" más bajos para los productos chinos, aunque aclaró que no llegarían a ser "cero".
Sus ataques anteriores a Powell solían venir acompañados de amenazas, como la publicación en redes sociales la semana pasada en la que afirmaba que la destitución del presidente de la Fed "no puede llegar lo suficientemente rápido". Estas amenazas inquietaron a los mercados financieros, que consideran que la independencia del banco central es clave para su credibilidad como la institución monetaria más influyente del mundo y un pilar de la estabilidad financiera global.
Aunque Trump parece haber dejado de lado esas amenazas por ahora, sus críticas a la política de tipos de la Reserva Federal siguen siendo igual de contundentes. "Creemos que es el momento perfecto para bajar los tipos, y nos gustaría ver que nuestro presidente actúe con anticipación o al menos a tiempo, en lugar de llegar tarde", declaró Trump.
Amenazas de destitución
El desencuentro entre Trump y Powell se remonta al primer mandato del republicano en la Casa Blanca. Fue el propio Trump quien ascendió a Powell desde su puesto en el Consejo de Gobernadores de la Fed a la presidencia del banco central, pero pronto se mostró molesto por las continuas subidas de tipos bajo su mandato. Trump llegó a plantearse públicamente destituir a Powell, aunque finalmente fue disuadido por sus asesores.
No está claro si Trump tiene autoridad para hacerlo. Powell, por su parte, sostiene que la Ley de la Reserva Federal de 1913, que dio origen al banco central, no lo permite. Trump, en cambio, ha dicho que si quisiera destituir a Powell, "lo haría muy rápido".
La ley establece que los siete gobernadores de la Fed, nombrados por el presidente y confirmados por el Senado para mandatos escalonados de 14 años, solo pueden ser destituidos por "causa justificada", lo que tradicionalmente se interpreta como mala conducta, no por desacuerdos en la política monetaria.
Sin embargo, en lo que respecta al mandato de cuatro años del presidente de la Fed —que también forma parte de ese grupo de siete gobernadores— la ley no menciona explícitamente límites para su destitución.
El tono agresivo de Trump también ha coincidido con casos judiciales en curso relacionados con la destitución de responsables de otros organismos federales independientes. Estos procesos están siendo seguidos con atención en los círculos de la Fed, ya que podrían sentar precedentes sobre si el presidente tiene poder para destituir a altos funcionarios del banco central, a quienes tradicionalmente se ha considerado libres de influencias políticas en el ejercicio de la política monetaria.
La Reserva Federal bajó los tipos de interés un punto porcentual a finales del año pasado, situándolos en el rango actual del 4,25% al 4,50%. Desde que Trump regresó a la Casa Blanca, el banco central ha mantenido los tipos sin cambios en las dos reuniones de política monetaria celebradas.
Los responsables de la Fed están preocupados por el riesgo de que los aranceles agresivos aplicados por Trump desde principios de febrero reactiven la inflación, que ya estaba resultando más difícil de controlar de lo previsto. Al mismo tiempo, temen que estos aranceles puedan frenar el crecimiento económico y aumentar el desempleo, justo cuando están ejerciendo presión al alza sobre los precios.
Como resultado, la Fed mantiene una postura de espera antes de decidir nuevas bajadas de tipos, aunque la mayoría de sus responsables siguen considerando probable algún recorte más a lo largo del año.
Tras las declaraciones de Trump, los operadores de futuros sobre tipos de interés moderaron sus expectativas de relajación de la política monetaria. Ahora prevén tres recortes de un cuarto de punto de aquí a final de año, frente a los cuatro que se consideraban más probables anteriormente.