A la izquierda, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, acompañada de su consejero de Industria, Eduardo Arasti; a la derecha los responsables del grupo inversor, Javier Ibáñez y Javier Gonzalo.

A la izquierda, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, acompañada de su consejero de Industria, Eduardo Arasti; a la derecha los responsables del grupo inversor, Javier Ibáñez y Javier Gonzalo.

Cantabria

El cable submarino de Meta que une Carolina del Sur con Santander ya da frutos: un 'data center campus' para 2032

Un grupo inversor adquiere una parcela para levantar un complejo especializado en 'cloud' e IA que se beneficiará del nuevo papel que ocupa Cantabria en el eje tecnológico EEUU-Europa.

Más información: J. Puente (DG de Innovación): "Cantabria tiene el tamaño ideal para ser el laboratorio de cualquier sector"

J. Arnau
Publicada

Los cables submarinos son una de las herramientas de telecomunicaciones más prometedoras en un mundo cada vez más conectado por los datos y la inteligencia artificial. Y la compañía Meta ha elegido nuestro país como punto importante para conectar Estados Unidos y Europa a través de este sistema.

El pasado mes de octubre, la empresa de Mark Zuckerbeg anunció Anjana, un cable submarino que iba a conectar Carolina del Norte con Santander y que cuenta con una capacidad de casi 500 Terabits por segundo, convirtiéndolo en el sistema de cable de mayor capacidad del mundo.

Esto convertía a Cantabria, desde ese momento, en un lugar especial en términos tecnológicos. El gobierno de María José Sáenz de Buruaga fue rápidamente consciente de ello y se puso a trabajar, hasta que ha logrado uno de los objetivos que perseguía: atraer una inversión histórica.

Un campus de centro de datos que, según las primeras previsiones, podrá empezar a funcionar en 2032, es, pues, la primera consecuencia positiva del cable submarino de Meta.

Fue este martes cuando la presidenta regional, en compañía de su consejero de Industria e Innovación, Eduardo Arasti, dio todos los detalles de una operación a largo plazo que incluye una tramitación especial, la creación de un importante número de empleos en los próximos años, una inversión equivalente al presupuesto autonómico y la generación de un ecosistema con gran potencial en sectores como el cloud o la inteligencia artificial.

"Esto nos posionará como uno de los principales hubs tecnológicos de Europa, al nivel de Madrid, Milán, Frankfurt o Londres", explicó Sáenz de Buruaga.

Con una superficie de 637.000 de metros cuadrados -alrededor de la mitad del campus que Meta tiene previsto construir en Talavera de la Reina (Castilla-La Mancha)- y una ubicación estratégica en los municipios de Piélagos y Villaescusa, se desarrollará en tres fases y será "uno de los más grandes y avanzados de Europa", que incorporará a Cantabria "a la revolución tecnológica que supone la transformación digital".

"Después de años de vacío, un gran proyecto industrial aterriza en Cantabria porque nuestras políticas generan confianza, ofrecen seguridad y apuestan por sectores que marca un modelo productivo más competitivo e innovador", ha afirmado la presidenta sobre el proyecto Altamira -ese es el nombre elegido para su presentación en sociedad-.

La presidenta presentó también al grupo que promoverá esta importante inversión. Allí estuvieron Javier Ibáñez, responsable de adquisiciones de Stoneshiel, y Javier Gonzalo, CEO de su filial XDC Properties, a quienes ha agradecido "su apuesta por Cantabria, su compromiso y su visión de futuro".

Ibañez ha asegurado que Altamira será "un paso fundamental para el desarrollo tecnológico y económico de Cantabria" y va a posicionar a la región "como referente en infraestructura digital".

Además, ha destacado la "ubicación óptima y la conectividad privilegiada" de Cantabria, dos aspectos "claves para la viabilidad de un proyecto como Altamira" y se ha referido al activo que supone para la región el citado cable submarino Anjana, promovido por Meta.

Tal y como han detallado las fuentes consultadas, la previsión es que las obras de la primera fase empiecen en menos de un año, en enero de 2026, una vez que concluya la tramitación del proyecto singular de interés regional (PSIR) que ya está redactado y que el Gobierno espera aprobar en diciembre.

El objetivo es que las obras de las fases dos y tres, que también se acometerán a través de un PSIR, comiencen en 2028, de manera que el Campus Tecnológico de Centros de Datos Altamira comience a operar en 2032.

Así es el 'planning' del proyecto

La presidenta ha recalcado que la apuesta del grupo Stoneshield Capital por Cantabria "no ha sido una casualidad o una cuestión de suerte", sino que es "el resultado de muchos meses de trabajo serio, riguroso y también discreto; de la buena gestión para encontrar la mejorar ubicación estratégica, localizar el suelo y de las medidas que hemos adoptado para sembrar las condiciones para que Altamira pudiera instalarse aquí".

El proyecto se va a desarrollar en una parcela de 636.432 metros cuadrados en el polígono de la Sociedad Vipar, sin desarrollar desde hace 18 años, y en un suelo industrial completamente nuevo a desarrollar en los municipios de Piélagos y Villaescusa, en una ubicación estratégica en torno a la A-8, la S-30 y su conexión con la A-67, muy cerca del puerto y el aeropuerto.

La subestación de Penagos, de 220.000 voltios, proporcionará la potencia necesaria para el proyecto: 100 megavatios en 2028 y 500 en 2030.

La primera fase se va a desarrollar en el actual polígono de VIPAR, sociedad participada en un 85% por la empresa pública SEPIDES y en un 15 por SICAN. El pasado 25 de noviembre, la Junta General de Socios de VIPAR aprobó iniciar la comercialización de la parcela Altamira 1, de 374.572 metros cuadrados, con un precio mínimo de venta de 7,8 millones.

El grupo promotor del proyecto Altamira presento la única oferta de compra, por lo que la venta se formalizará en el próximo Consejo de Administración. "Estamos poniendo en valor un suelo muy bien localizado que hasta ahora no había sido desarrollado", ha incidido la presidenta.

Los hitos más importantes de las fases dos y tres son la obtención de la declaración de interés regional, en marzo de 2025; la limitación y adjudicación de la redacción del PSIR en mayo de 2025; la aprobación del PSIR en julio de 2027; y la adquisición de los terrenos en julio de 2028, de tal manera que las obras se prevé que comiencen en noviembre de 2028.